viernes, 25 de noviembre de 2011

Televisión y Twitter



Internet da poder a las personas, más acceso a la información genera conocimiento y éste posibilita la asociación con otras personas de lo que se derivan nuevas tendencias, gustos y necesidades.

El peso específico de Twitter en los espacios televisivos nos sitúa ante un escenario en el que “estar” no es suficiente y “hablar” no es necesario; interactuar y escuchar son claves para lograr la aceptación.

Avanzamos hacia una televisión social en la que los valores y la ética son impuestos en tiempo real por las personas y en la que, construir espacios que generen nuevas oportunidades sigue siendo un gran desafío.

La penetración de Twitter en la televisión actual nos coloca ante un nuevo escenario en el que lo que importa no es solo el mensaje, sino las acciones.

Atraer para informar e en la medida de lo posible convencer, todo esto en tiempo real supone un cambio estructural del paradigma de la comunicación que va mucho más allá de las mediciones de audiencias y shares.

La participación activa y en tiempo real de los ciudadanos a través del hilo conductor de los contenidos y la búsqueda de mayores ingresos publicitarios en el largo plazo, son la claves de la televisión en la era Twitter.

La televisión se ve obligada a hacerse dinámica, la creación de comunidades en torno a los distintos programas tiene que cubrir la doble función de generar nuevas oportunidades y unirse en torno a las nuevas necesidades derivadas del acceso sin límite a la información.

Con éstos ingredientes…

  • ¿Qué motivos tiene la televisión actual para seguir creando contenidos de dudosa calidad y ética moral?
  • ¿Qué podemos esperar de la televisión tras la ingración Twitter?
  • ¿Cómo se evitarán los conflictos derivados de la “libertad de expresión”?

El peso específico del “pan y circo”

Para responderlas es importante no olvidar la histórica tendencia de los seres humanos a girar en torno al “pan y circo”, una estrategia muy arraigada que implica la desviación de la atención hacia un foco más lúdico y con un componente morboso que alimente la sensación de alivio que aporta el ver el sufrimiento ajeno.

Y tampoco nos engañemos, el mantenimiento de los programas de televisión considerados hoy “poco éticos” colabora activamente con el dinamismo con el que se sucede y genera la información.

La integración de Twitter en la televisión es una fuente inagotable de interacción y por lo tanto, de información. Lo que beneficia a todos.

Más educación, la libertad de expresión y costumbrismo en proceso de cambio

Le debemos a Twitter la evolución hacia la nueva educación derivada del acceso en tiempo real a la información sin límite.

La televisión actual refleja la idiosincrasia de una sociedad, es por lo tanto imprescindible que el nivel cultural siga en ascenso de forma que modifique, intereses, necesidades gustos y tendencia y Twitter es un elemento indispensable para lograrlo.

El consumo y el ocio son las dos variables sobre las que podemos medir la cultura social.

La presión actual, el temor a la crítica, nos lleva a todos a un nivel superior de exigencia donde, va siendo imposible mantener una “cara pública” si esta no es auténtica y en un contexto de exposición total en tiempo real, la falta de autenticidad es una causa de exclusión.

La temperatura de Twitter es siempre una fuente inagotable de información sobre hacia donde vamos y cuanto de estructurales, costumbristas y antropológicas son los cambios que enfrenta la televisión en los tiempos de Twitter.

martes, 15 de noviembre de 2011

Seguidores y Fans en las redes sociales ¿Cantidad o Calidad?



Quien no se ha preguntado alguna vez aquello tan “abstracto” de ¿calidad vs. cantidad?

Uno de los grandes desafíos para las marcas en los social media hoy, radica en ser capaces de medir la diferencia entre popularidad vs. influencia, ello constituye finalmente, en nuevo paradigma que define la “experiencia del usuario”.

¿Es realmente más, siempre sinónimo de mejor?

Avanzamos hacia la maduración del Social Media, lograr la eficiencia en relación a la calidad en lugar de la cantidad, marca la diferencia entre la influencia y la popularidad, entre el conocimiento y la fidelización.

Por ejemplo, la popularidad en redes sociales como Twitter, con frecuencia no suele ser suficiente para – al final- lograr ser influyente. Aunque esto no implica que también pueda ser posible.

Las estrategias de marketing en los social media fracasan –específicamente- por dejarse opacar por el brillo de la popularidad y quedándonos en la superficie. Por otra parte, muchas de las marcas incluidas en las clasificaciones de influencia mundial, no cuentan con una presencia social basada en la “cantidad” ¿por algo será no?

Personas online y personas offline, necesidades distintas

Las necesidades de la audiencia online son distintas a las que las personas muestran en el mundo real lo que dificulta establecer relaciones de calidad y confianza.

Calidad, “a fuego lento”

La dedicación exclusiva que requiere la acción social con frecuencia excede las posibilidades de las marcas (personales y de empresas) la recogida de beneficios tangibles, sólo es posible tras la dedicación de un tiempo ilimitado y una energía positiva constante, la calidad se construye a largo plazo, a fuego lento.

Paradoja, a mayor cantidad de “seguidores” menos calidad

No existe una relación entre el número de seguidores y la interacción social continuada. Ello supone que mientras las listas de usuarios pueden ser muy voluminosas, el porcentaje de usuarios con el que existe una relación real, tiende a disminuir.

No obstante, esto no implica necesariamente que un menor volumen de seguidores deba connotar una mayor calidad de los mismos. El resultado de esta fórmula reside en la propia actividad y calidad de los miembros independientemente del volumen y cantidad de los mismos. La calidad es por tanto el factor determinante de esta ecuación.

Más seguidores inactivos = menos valor agregado

Los objetivos se diluyen y la estrategia, al no dinamizarse, pierde valor. Esta circunstancia puede darse en ambos escenarios, por lo que evidentemente que también existen grandes listas activas con miembros de calidad y participativos, y pequeños grupos de seguidores que no presentan actividad alguna.

Las redes son el instrumento

Twitter y el resto de los entramados sociales actuales, nos permiten lograr más eficiencia en cada acción, las redes sociales son “innovación tecnológica” y por lo tanto nos dotan de eficiencia.

El número de seguidores, el índice Klout y otras plataformas de medición de influencia, no hacen sino obsesionarnos por la popularidad descuidando la interacción.

Finalmente, las redes sociales son instrumentos que nos permiten obtener información.

Aplicar esa información en la interacción olvidándonos de la popularidad, es lo único que nos permitirá consolidar relaciones a largo plazo y nos dejará medir eficientemente ROI de la “calidad” aunque claro… ¡requiere mucho más esfuerzo, dedicación y compromiso!

Ese es uno de los grandes desafíos para muchas marcas actualmente, la apuesta por la calidad es mucho más difícil que el camino rápido pero, en los Social Media, paradójicamente, las vías alternativas, son cada vez más excluyentes.