martes, 15 de noviembre de 2011

Seguidores y Fans en las redes sociales ¿Cantidad o Calidad?



Quien no se ha preguntado alguna vez aquello tan “abstracto” de ¿calidad vs. cantidad?

Uno de los grandes desafíos para las marcas en los social media hoy, radica en ser capaces de medir la diferencia entre popularidad vs. influencia, ello constituye finalmente, en nuevo paradigma que define la “experiencia del usuario”.

¿Es realmente más, siempre sinónimo de mejor?

Avanzamos hacia la maduración del Social Media, lograr la eficiencia en relación a la calidad en lugar de la cantidad, marca la diferencia entre la influencia y la popularidad, entre el conocimiento y la fidelización.

Por ejemplo, la popularidad en redes sociales como Twitter, con frecuencia no suele ser suficiente para – al final- lograr ser influyente. Aunque esto no implica que también pueda ser posible.

Las estrategias de marketing en los social media fracasan –específicamente- por dejarse opacar por el brillo de la popularidad y quedándonos en la superficie. Por otra parte, muchas de las marcas incluidas en las clasificaciones de influencia mundial, no cuentan con una presencia social basada en la “cantidad” ¿por algo será no?

Personas online y personas offline, necesidades distintas

Las necesidades de la audiencia online son distintas a las que las personas muestran en el mundo real lo que dificulta establecer relaciones de calidad y confianza.

Calidad, “a fuego lento”

La dedicación exclusiva que requiere la acción social con frecuencia excede las posibilidades de las marcas (personales y de empresas) la recogida de beneficios tangibles, sólo es posible tras la dedicación de un tiempo ilimitado y una energía positiva constante, la calidad se construye a largo plazo, a fuego lento.

Paradoja, a mayor cantidad de “seguidores” menos calidad

No existe una relación entre el número de seguidores y la interacción social continuada. Ello supone que mientras las listas de usuarios pueden ser muy voluminosas, el porcentaje de usuarios con el que existe una relación real, tiende a disminuir.

No obstante, esto no implica necesariamente que un menor volumen de seguidores deba connotar una mayor calidad de los mismos. El resultado de esta fórmula reside en la propia actividad y calidad de los miembros independientemente del volumen y cantidad de los mismos. La calidad es por tanto el factor determinante de esta ecuación.

Más seguidores inactivos = menos valor agregado

Los objetivos se diluyen y la estrategia, al no dinamizarse, pierde valor. Esta circunstancia puede darse en ambos escenarios, por lo que evidentemente que también existen grandes listas activas con miembros de calidad y participativos, y pequeños grupos de seguidores que no presentan actividad alguna.

Las redes son el instrumento

Twitter y el resto de los entramados sociales actuales, nos permiten lograr más eficiencia en cada acción, las redes sociales son “innovación tecnológica” y por lo tanto nos dotan de eficiencia.

El número de seguidores, el índice Klout y otras plataformas de medición de influencia, no hacen sino obsesionarnos por la popularidad descuidando la interacción.

Finalmente, las redes sociales son instrumentos que nos permiten obtener información.

Aplicar esa información en la interacción olvidándonos de la popularidad, es lo único que nos permitirá consolidar relaciones a largo plazo y nos dejará medir eficientemente ROI de la “calidad” aunque claro… ¡requiere mucho más esfuerzo, dedicación y compromiso!

Ese es uno de los grandes desafíos para muchas marcas actualmente, la apuesta por la calidad es mucho más difícil que el camino rápido pero, en los Social Media, paradójicamente, las vías alternativas, son cada vez más excluyentes.

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